¿Quieres tener un cuerpo y una mente fuertes, y estar más equilibrado?
Todo el mundo sabe que el ejercicio regular es saludable para el cuerpo, pero el ejercicio también es una forma eficaz de mejorar su salud mental. El ejercicio regular puede tener un gran impacto en la depresión y la ansiedad, por ejemplo. El ejercicio también puede reducir el estrés, mejorar su memoria, ayudarle a dormir mejor y, en general, el ejercicio es bueno para su estado de ánimo.
Pero la formación no es necesariamente la respuesta a todo.
Aquí tienes unos sencillos consejos para conseguir un mayor equilibrio mientras fortaleces tu cuerpo y tu mente.
Dormir mucho es importante. Duerme entre 7 y 9 horas. Es cuando duermes que tu cuerpo se recupera, reconstruyendo nuevas células y músculos que se han roto después de un duro entrenamiento, así como durante el día. Nunca subestimes la necesidad de descanso de tu cuerpo. La falta de sueño también aumenta el apetito y conduce a una mala digestión, menos energía y falta de energía.
La fruta tiene un gran sabor y está repleta de vitaminas y fibra, pero intenta comer sólo dos piezas al día. La fruta tiene un contenido relativamente alto de azúcares. Si te resulta difícil reducir la cantidad de fruta, intenta sustituirla por tus verduras favoritas.
Cuando estás estresado, tu cuerpo entra en modo de supervivencia, pensando que tiene que escapar o luchar. Para ello, la grasa se utiliza como energía y la grasa alrededor del vientre se libera más fácilmente que en otras partes del cuerpo. Cuando has estado estresado durante un largo periodo de tiempo, tu cuerpo tratará de acumular la mayor cantidad de grasa posible alrededor de tu vientre.
Si te sientes estresado, trata de averiguar qué es lo que te estresa e intenta deshacerte del estrés. En lugar de hacer ejercicio todos los días, también puedes hacer yoga o meditar.
Mucha gente come con sus emociones, especialmente entre comidas. ¡Definitivamente, también debería haber espacio para eso! Está bien comer un trozo de pastel en la oficina de vez en cuando, pero hay que ser consciente de por qué lo haces y no comer porque estás triste, estresado, cansado o tienes un mal día. Si necesitas snacks, asegúrate de que sean alternativas saludables como zanahorias peladas, frutos secos, etc.
Afronta el verdadero problema en lugar de adormecerlo con comida.
La mejor manera de conseguir un core fuerte y firme es entrenar con pesos libres. En este caso, no puedes evitar tensar los músculos abdominales, aunque no sean los músculos a los que se dirige el ejercicio.
Los entrenamientos a intervalos también son ideales: sólo un par de veces a la semana.
Se trata de entrenar enfocado y duro unas cuantas veces a la semana en lugar de entrenar desenfocado y todos los días.
Esto puede sonar extraño, pero la grasa es buena para tu cuerpo porque, entre otras cosas, tu digestión mejora, el azúcar en la sangre se vuelve más estable y promueve la quema de grasa. Así que asegúrate de consumir grasas insaturadas en cada comida, por ejemplo, en el pescado, los frutos secos, el aceite y los huevos. Por supuesto, no hay que ir a por todas y comer grandes cantidades de grasa, sólo hay que ser consciente de que tiene que formar parte de una dieta bien equilibrada.
Olvídate de las tradicionales y aburridas flexiones abdominales. Haz la plancha, es el mejor ejercicio para tu núcleo. El plank se encarga de tensar tu núcleo, lo que te permite tener un estómago fuerte mientras utilizas muchos otros grupos musculares. También mejoras tu postura.
La plancha: túmbate boca abajo. Coloque los antebrazos en el suelo, apuntando hacia adelante. Los codos deben estar en un ángulo de 90 grados y justo por debajo de los hombros. Ponte de puntillas. Mantenga la posición el mayor tiempo posible. Repite el ejercicio. Puedes desafiarte a ti mismo aumentando el intervalo de tiempo o aumentando el ejercicio levantando una pierna.
¿Conoces el pensamiento "Ahora quiero perder 5-10 kg y el lunes dejaré todo lo que tenga carbohidratos, azúcar y alcohol y empezaré a correr?
Este es un pensamiento que golpea a la mayoría de la gente. Es posible que pierdas algunos kilos, pero puede que no sea un proceso divertido, por lo que rápidamente los vuelves a ganar. Es importante ser más consciente de tus hábitos alimenticios y decidir cuándo te mereces algo bueno. Si el fin de semana tienes una tarta de cumpleaños y panecillos, asegúrate de comer con sensatez durante el resto de la semana y toma un trozo o dos con la conciencia tranquila. En lugar de prohibir por completo el pan, la pasta y el arroz de tu dieta, opta por la versión gruesa y recorta un poco al mismo tiempo. No hace falta que te pongas las cosas difíciles, porque entonces está garantizado que tu dieta se irá al garete.
Encuentra tu equilibrio, sé realista y tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.