8 consejos - haz tiempo para el ejercicio en la vida cotidiana

El día y el trabajo vuelven a llamar, y es el comienzo de la escuela para los jóvenes y los jóvenes de corazón.

Después de unas bonitas y largas vacaciones de verano, en las que ha habido tiempo de sobra para todo lo que se quiere, ahora de repente ya no hay tan buen tiempo. ⏱
Hay que hacer los almuerzos, los niños tienen que ir al colegio, hay que trabajar, hay que hacer la compra, hay que recoger a los niños, hay que hacer la cena, hay que bañar a los niños y acostarlos... ¡uf!

En una vida ajetreada, puede ser difícil encontrar tiempo y priorizar la formación. Pero es inútil: el ejercicio es bueno para ti y para tu cuerpo. Por eso te damos algunos consejos sobre cómo sacar tiempo para un entrenamiento efectivo en un día ajetreado. 

1. Hacer ejercicio de corto plazo y de alto impacto

Unos pocos minutos de ejercicio es mejor que ningún ejercicio. 3x10 minutos de ejercicio a la semana es suficiente, si sólo la intensidad y el ritmo son lo suficientemente altos. Tiene un mayor efecto en términos de tiempo invertido.

2. Prioriza tu formación

Todo es cuestión de priorizar. Si intentas sumar las horas que pasas frente al televisor, el ordenador o las redes sociales, te sorprenderá el tiempo que realmente dedicas a ello. Una parte de este tiempo podría dedicarse a hacer ejercicio, pero también debería haber tiempo para la relajación.
Así que dé prioridad al ejercicio en su vida diaria.

3. Planifica tu entrenamiento

Puede parecer trivial, pero reservar tiempo anotando en tu calendario dónde y cuándo vas a hacer ejercicio marca una gran diferencia. Pero sea realista, porque si se embarca en un plan de entrenamiento poco realista, tiene garantizado el fracaso. Por ejemplo, planifica 3x20 min. por semana.

4. Haz de tu ejercicio una parte natural de tu vida cotidiana

Planificando tu entrenamiento en pequeños pasos y con objetivos alcanzables, puedes crear buenos y sensatos hábitos a lo largo del tiempo, de manera que el entrenamiento se convierta en una parte integral de tu vida cotidiana, llegando a ser una parte natural de tu rutina diaria de la que de repente no puedes prescindir.

5. Asegúrate de que tu entrenamiento sea divertido y emocionante

Las ganas son las que impulsan el trabajo - y por lo tanto tu entrenamiento también debe ser divertido y motivador. Encuentra una forma de ejercicio que te resulte divertida, emocionante y motivadora, y seguro que te será más fácil priorizar tu entrenamiento.
También puedes variar tu entrenamiento para que no sea siempre el mismo.

6. Comprométete

Busca un amigo o conocido que te comprometa y te haga empezar con las citas regulares. Un compañero de entrenamiento también te da una motivación extra porque puedes hacer sparring y empujarte mutuamente.

7. Dedica el tiempo de viaje a hacer ejercicio (si es posible)

Si es posible, puedes convertir el trayecto de ida y vuelta al trabajo en tu sesión de entrenamiento. Coge la bicicleta o ponte las zapatillas de correr y lleva una muda al trabajo. También puedes coger el autobús para ir al trabajo y volver corriendo a casa. Si vives lejos del trabajo, puedes coger el autobús/tren una parte del camino y luego ir en bici/correr el resto.

8. Sube las escaleras

Siempre que te enfrentes a la elección entre escaleras o ascensor/escalera mecánica, ¡elige las escaleras! Camina a paso ligero por las escaleras, o si estás presionado por el tiempo, corre por las escaleras.
Si tienes escaleras en el trabajo, también puedes tomar un descanso durante la jornada laboral para hacer un entrenamiento en las escaleras con un sprint hacia arriba.

Esperamos que te sirvan nuestros consejos para que tu vida diaria sea activa, donde el ejercicio y el entrenamiento sean una prioridad. 

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