El estilo de los aficionados es algo muy individual de una persona a otra. Hay tantos estilos de correr como personas en la Tierra. Algunos corren rápido, otros lento, otros pesados y otros ligeros. No hay un estilo de correr correcto o incorrecto. Sin embargo, hay algunas cosas que debes tener en cuenta a la hora de correr, por ejemplo para evitar lesiones. Otro de los beneficios de optimizar tu estilo de correr podría ser conseguir mejores resultados de tu carrera.
Hay una serie de ejemplos clásicos de estilos de correr que hay que evitar:
"El estilo de correr pesado": El sello distintivo de un corredor pesado es que se pueden oír pasos pesados y esforzados desde muy lejos. Una regla general al correr: "Si puedes oír tus pasos cuando corres, estás corriendo demasiado pesado". Tus músculos y articulaciones no están hechos para los duros golpes que recibe tu cuerpo al correr con intensidad. El "estilo de correr pesado" se ve más a menudo en corredores grandes, pero no es raro que ocurra también en corredores pequeños de 50 kg.
Evita el "estilo de correr pesado": Pensando como un ninja. Piensa en tus aterrizajes con los pies de manera que cada paso golpee el suelo con un movimiento de balanceo, con el talón golpeando el suelo primero. Si escuchas música, es una buena idea apagarla de vez en cuando para ver si consigues un estilo de correr tranquilo.
"El corredor ansioso": Si no estás en la cima de la cadena alimentaria, a veces tendrás que correr por tu vida. Pero como los humanos nos hemos adaptado a la cima de la cadena alimentaria, nuestros cuerpos no están hechos para correr todo lo que la montura y las riendas pueden soportar. Una regla general al correr: "Si tu pie llega más lejos que tu rodilla cuando corres, estás forzando tu cuerpo y no estás logrando un estilo de carrera óptimo". Si corres con el "estilo de correr ansioso", en realidad ralentizas tu cuerpo cuando aterrizas sobre tu pierna sobreestirada.
Evita el "estilo de correr ansioso": Pensando en tus aterrizajes con los pies: coloca tu pie, en cada aterrizaje, justo debajo del centro de gravedad del cuerpo. Inclínese ligeramente hacia delante y utilice el movimiento de la cadera para levantar ligeramente las rodillas. Acostúmbrate a calentar el cuerpo antes de correr haciendo algunos ejercicios ligeros, como elevaciones de rodilla y pequeñas patadas en la espalda. Haz ambos ejercicios durante unos 10 segundos antes de cada carrera. Esto calentará tus piernas y evitará la fatiga.
"El estilo de correr flotando": A menos que estés animando a los espectadores en un evento deportivo, no es necesario que tus manos se sitúen por encima de tu cabeza de forma flotante durante tu carrera. Al mismo tiempo, los pies tampoco deben acercarse a los glúteos durante la carrera. Regla de oro al correr: "El cuerpo se sobrecarga fácilmente con movimientos bruscos y salvajes durante una carrera agotadora". Por lo tanto, es importante, si quieres ser considerado con tu cuerpo, que no hagas olas repentinas ni aparezcas en la carrera con los brazos agitándose por encima de tu cabeza.
Evita el "estilo de correr con la cabeza": Logrando un buen ritmo en tu estilo de correr al que tu cuerpo se acostumbre. Un buen ritmo de carrera puede ser de 85 a 95 hilos (las veces que el pie derecho golpea el suelo) por minuto. Una forma fácil de calcularlo es contar cada vez que tu pie derecho toca el suelo, multiplicar por 2 y obtendrás tu hilo de 1 minuto.
Fuente/Inspiración: Triathlete Europe